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21 feb 2017

El mito de Jomxuk ilustrado

Dicen que el Jomxuk lo molieron, lo pasaron al metate por que lloraba mucho y lo hicieron una bolita que la mamá lo tiro al río...


Cuando la vieja Tzitzime y el viejo culebro andaban camaroneando, vieron ese huevo.
- ¡Mira viejo! Ahí está ese huevo, recógelo.
- ¡Sí, lo vamos a comer!
- No, ese va a ser nuestro hijo.


Al llegar a su casa lo pusieron en una tinaja y lo envolvieron con algodón...
A los siete días, escucharon que está llorando un chamaquito...


A los 7 días ya había crecido como un chamaquito con pelos de color del maíz y se fue por agua al río, y los pepescas lo molestaron, así que cuando Jomxuk regresó le dijo a los pepescas:
- Mira pepesca, él que tendrá ganas te va a comer, él que no na’más te va a tirar la vista.


Un día los abuelitos se fueron a afilar los dientes al río, porque ya se iban a comer a Jomxuk. Pero Jomxuk que no era tonto como nosotros, los siguió para espiarlos.


Esa noche mientras Jomxuk dormía, el viejo culebro subía al tapanco para comerlo, pero Jomxuk ya había hablado con el tío murciélago para que matara al viejo.


-¡Ay viejo! ¿Por qué no hablas? ¿Ya te estas comiendo el hígado? ¡Esta sangre está muy amarga!
La vieja se levantó a buscar a su viejo y vio que su viejo ya había muerto.


La vieja fue a buscar a Jomxuk, y éste le tendió una trampa, para que se subiera arriba del árbol...
- ¡Ahora sí ya te encontré!
- Aquí estoy arriba de este árbol, viendo como viene la lumbre, está quemando la sabana, venga abuelita, sube aquí.
...y estando la vieja en el árbol, el tlacuache le prendió fuego.


El árbol y la viejita se quemaron, Jomxuk recogió las cenizas y las puso en un costal, y se las dio al sapo para que las tirara en el mar...


...pero como al sapo le dio mucha picazón en su lomo, abrió el costalito y salieron avispas, chaquistes, culebras, todos los animales que pican, si el sapo no hubiera abierto el costal, no existieran esos animales, por eso el sapo tiene su lomo roñoso.


La cola del tlacuache, puro hueso le quedó. Y va el amigo conejo y le dice:
- Oye tío conejo, cágate, tu mierda la voy a agarrar de medicamento, lo voy a curar a un amigo que se quemó la cola.
Y el conejo hizo fuerza, hasta que el ojo se peló, ya salió, agarraron la mierda del conejo y la empezaron a tallar bien en la cola del tlacuache y dice:
-Ya, ya te curó.


Un día llegó Jomxuk a la playa y le pidió a la tortuga que lo llevara al otro lado del mar para ver a su mamá. Cuando llegaron, Jomxuk le pintó una flor a la tortuga en su concha como agradecimiento.


Al llegar al otro lado Jomxuk, se encontró con el viento que le dijo:
- Vamos a hacer una apuesta, chamaco, agarramos ésta piedra y la aventamos hasta aquel lado del mar.
- ¡Pues hagamos la apuesta!
Jomxuk hizo acuerdo con el pájaro carpintero y lo aventó como piedra. Al llegar al otro lado del mar, el carpintero hizo trok trok trok en un palo seco.


El viento se molestó por el poder de Jomxuk, y le hizo más pruebas: 
- Ahora lo vamos a encerrar con las víboras para que lo maten.
Cuando regresó el viento, vio a Jomxuk luchando con una víbora, aconsejándole:
-Usted no va a estar aquí, usted va a la selva donde hay monte. Y al que piense mal, le da un piquete. El que se muere, ya aprovechó; el que no, está de alivio.


Ahora dice el viento:
- Al Jomxuk lo vamos a echar donde está el tigre.
Al amanecer lo fueron a ver y tiene montado al tigre dándole consejos:
- ¡Todos los tigres van a dar al monte!


El viento es codicioso y no lo puedo matar, a Jomxuk lo echó donde hay flechas. Cuando lo fue a encontrar, tenía un manojo de flechas y les decía:
- A ustedes les van a agarrar para matar pescado.


Habiendo pasado las pruebas del viento malo, Jomxuk se fue a buscar a su mamá, y le dijo:
- Tengo hambre
- Hijo no tengo maíz
- ¿Y mi papá? ¿No trabaja el maíz?
- ¡No, ese ya se murió!
- Ah, bueno, si no tienes maíz, vete a traer agua y me buscas tierra de color blanco, negro, rojo, amarillo, cuatro clases de tierra.


Entonces ya la señora escarbó la tierra blanca, negra, roja y amarilla y se la llevó a Jomxuk.


...y Jomxuk le dijo:
- Mamá ¿dices que no tienes maíz? Vete a ver el tapanco, está lleno de maíz, el que es blanco, el que es amarillo, rojo y negro.
Siempre vas a tener maíz, échale copal, sígueme ahumando cada que lo quiera usted y no la voy a dejar desamparada. El que no me haga así, aunque haya bastante maíz de cosecha, a ése nomás se le va a dar poquito.


Entonces Jomxuk fue a buscar a su padre allá donde se murió. Se encontró a la lagartija, que le dijo:
- ¿A dónde va, tío?
-Voy a buscar a mi papá. Ahora vas a ver a mi mamá y le dices que cuando vea que yo estoy llegando con mi papá, que corte hojas, que baile y que se ría, que tenga mucha alegría.


Pero la lagartija dio mal el recado. Y cuando su mamá vio venir a su marido, cortó hojas y empezó a llorar, y el padre se murió otra vez.


Jomxuk llamó a la lagartija, y ésta le dijo que ella no había sido, que había mandado a otra a dar el recado. Jomxuk le pidió que la llamara.
- ¿Cómo le dijiste a mi madrecita?
- Yo le dije que corte hoja, que baile y que llore.
- Ah, pues eres mentirosa.
Le abrió la boca, le jaló la lengua y se la partió.


Entonces Jomxuk se volvió viento, se fue al ombligo del mar, a donde están los meros rayos de la sierra.


©Jenny Cárdenas Pérez / Colectivo Chiku Tun

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